Nos centraremos por tanto en este
capitulo especial en explicar el trabajo y los objetivos de MwemaChildren y
Fame Medical (FundationforAfrican Medicine &Education), así como nuestras
impresiones y algunas reflexiones tras pasar el día en estas instituciones en
las que trabajan dedicadamente personas excepcionales.
Para los escépticos, que aquí nos
conocemos todos, no vayáis a pensar que nos hemos apuntado a un tour ONG de
guiris, lo cierto es que conocemos estás organizaciones a través de familiares
(ver Out of África para más info), quienes abnegadamente han trabajado y
trabajan en ellas.Simplemente queríamos pisar sobre sus pasos para conocer a lo
que se han estado dedicando en esta vida. Doy fe que se trata de un gran
trabajo.
Aunque Mwema, nuestra principal y primera
visita del día, no está muy lejos del hostel donde nos hospedamos, habíamos
quedado con Lohay para ir juntos hasta ahí, principalmente porque no teníamos
ni idea de donde estaba el lugar exactamente. Lohay es un antiguo colaborador
de esta organización, y conoce a sus directores desde los tiempos en los que
éstaaun no había sido montada y sus fundadores se dedicaban a otras actividades
también centradas en ayudar al prójimo.
Como breve historia, nos han contado que
Mwema es una organización no gubernamental (ONG de toda la vida) fundada en
2006 por una serie de amigos que trabajaban por aquel entonces en Médicos del
Mundo, tanzanos y españoles principalmente. Puedo decir orgulloso que mi prima
Inés está entre ellos.
Desde sus inicios, la principal misión es
ocuparse de los niños que crecen en las calles de Karatu y que tienen
abandonado no solo sus estudios, sino también su vida en términos generales.
Por llevar al resumen extremo la misión, se trata de velar por los derechos y
la dignidad de la infancia enKaratu. Los fundadores, sensibilizados con la dramática
situación de los niños de las calles, y colaborando con una fundación tanzana
encargada de un orfanato local (Shalom ChildrenFundation Trust Fund),
decidieron que tenían que organizar una institución que se ocupara de este
drama y así se pusieron manos a lo obra. Comenzaron en casas alquiladas
acogiendo niños y dando clases, para poquito a poco ir creciendo hasta adquirir
una pequeña propiedad sobre la que han construido varios edificios en los que
desarrollan sus actividades.
Esto fue en torno a 2010, y ya en 2014
asisten a diario a unos 60 niños, a quienes dan de desayunar y de comer, al
tiempo que dan clases y encarrilan en la vida. Esto es, estimulan a aquellos a
quienes los estudios interesan y se les da bien a continuar ese camino, y por
el contrario, con aquellos menos interesados en estudiar se ocupan de motivar
adecuadamente y encaminar a que aprendan un oficio.
La labor no es sencilla, hablamos de dos
situaciones principalmente: por un lado están los chicos que por la razón que
sea, habiendo estudiado previamente algún año en el colegio, lo han dejado para
volver a la calle como vendedores ambulantes o simples maleantillos. En este
caso, las personas que trabajan en Mwema tratan de captarles e intentan que
vuelvan a retomar los estudios preparándoles en las clases que se imparten ahí.
Digamos que es la parte más académica de la organización en el sentido de que
sirve como de academia intensiva para quienes, teniendo una base, pueden volver
a las aulas reciclándose aquí y dando el paso más adelante a la escuela
secundaria en el sistema público tanzano.
Por otro lado están los chiquillos que
viven en las calles y que provienen de entornos más complicados, bien de una
familia desestructurada (a lo bestia) en la que la madre es alcohólica y el
padre ha desaparecido; niños adictos a las drogas desde la más tierna infancia;
prostitución infantil; o simples almas de cántaro que no tienen donde ir y solo
han conocido la dureza de una calle africana. A esos niños lo primero que
tienen que hacer es desintoxicarles, si es el caso, y lo segundo es encontrar
un lugar donde meterles. Es clave indagar sus circunstancias, hablar con la familia
(si la tienen) o encontrar a algún pariente que quiera ocuparse de ellos
mientras se rearman de valores y comienzan a educarse. Para quienes
directamente no tienen ningún lugar donde ir, existe una pequeña residencia en
Mwema donde actualmente caben unos 15 niños, eso si, algunos comparten cama. En
poco tiempo se instalarán las literas pertinentes para llegar a tener 18 camas,
y con un poco de suerte (y dinero) en no mucho tiempo podrán expandirse y
construir la misma residencia para chicas, ya que en esta misión en concreto no
se mezclan niños y niñas, siendo de momento únicamente masculina. El resto de
las actividades: clases, deportes, etc son mixtas y conviven niños y niñas
perfectamente.
Nada más llegar Mwema, nos recibióDismas,
que es el trabajador social de la organización, junto con Yohana que se dedica
a las labores de administración. Al poco se unióDaudi, el jefe de profesores y
que nos ha recordado extremadamente a nuestro buen amigo Dani, “el Preso” (otro
que se parte el lomo a diario por los más desforecidos), a quien mandamos un
grandísimo abrazo. Tras charlar largo y tendido sobre la misión de Mwema hemos
comenzado nuestra visita, primero por el edificio administrativo y continuando
por las aulas.
El primer contacto con los chicos ha sido
francamente inolvidable. Hemos entrado en la clase y los chavales se han
levantado automáticamente, nos hemos presentado en suahili los tres
sucesivamente y hemos explicado a los chavales a que nos dedicamos y cual es,
en nuestra opinión, la importancia del conocimiento y el estudio. Hemos
charlado con ellos hasta acabar, irremediablemente hablando de futbol, que es
el idioma más universal y los profesores nos han pedido que les diéramos un
consejo. Importantísima responsabilidad la de dar un consejo a personas cuyas
circunstancias distan tanto de las nuestras y que la vida ha ido a colocar en
un sitio del mundo infinitamente más hostil que España. Me habría gustado,
personalmente, explicarles que es la cultura y el conocimiento la única patria
que verdaderamente merece la pena y que solo a través del estudio somos capaces
de ser libres verdaderamente y cambiar el mundo, comenzando por conocerlo y
entenderlo, que no es poco. Pero así, en frio, el discurso ha sido menos
erudito y nos hemos limitado a animarles a seguir estudiando y dar valor a lo
que tienen, que es mucho gracias a la labor que las personas de Mwema hacen con
ellos: Cariño, comprensión, apoyo, sustento y motivación, mucho más que la más
grande montaña de Ipads, Iphones y Play Stations del mundo.
Más tarde, en la residencia de los que no
tienen donde ir, hemos visto la litera de uno de los chavales más aplicados.
Todo lo que tiene en esta vida es una maleta pequeña y raida, unos apuntes en
papel húmedo, de mala calidad y una vieja y pequeña manta. Eso y su cerebro.
Nos ha impactado mucho la verdad, pero refuerza la teoría pormuchos conocida
que no hay limites para un hombre motivado y nada es imposible para quien
tienen un objetivo y pone todo de su parte para conseguirlo. Siempre va a haber
un Mwema que te ayude y te ponga en la casilla de salida, y sino, solo con
cuidarlo y estimularlo de la manera que puedas, por humilde que sea, será tu
cerebro tu mejor herramienta para medrar en la vida, por muy bajo que sea el
inicio materialmente.
Al poco de estar con los chicos ha
llegado Elibariki, que además de ser uno de los fundadores de Mwema es la
persona encargada de la institución sobre el terreno. Con él hemos continuado
el tour, incluido el paso por las cocinas (donde se cocina con carbón) y hemos
recibido una clase magistral de cocinar ugali, la comida tradicional tanzana
por excelencia y que viene a ser unas gachas españolas sin sustancia,
simplemente harina de maíz y agua, que luego acompañas con otras cosas como
verduras, carne, pescado o lo que toque. Ayer lo que tocó fueron verduras (una
especie de espinacas y acelgas algo amargas pero ricas) y hemos compartido el
ugali con nuestros anfitriones mientras seguíamos charlando y conociendo un
poco más de la labor que llevan a cabo. Esta operación, por cierto, se hace con
la mano. Estoy seguro que a nuestras madres, educadas en los modales españoles
de más regio abolengo, les habría encantado vernos llevar a cabo esta
operación, pero es lo que hay: Do in Rome whatromans do!!!
Debo decir y entonar el mea culpa, ya que
siempre he sido una persona escéptica con las ONG, de los que siempre han visto
los toros desde la barrera, y no es que ayer hiciera grancosa, pero poner cara
a la gente y voz a las historias; poder ver realmente donde están, que hacen y
a quien están sacando adelante, desmonta cualquier teoría absurda y frívola
construida desde la barra de un bar español. Dan ganas de desprenderse de lo
que uno lleva encima solo por agradar a unos chavales que te miran con los ojos
con los que nosotros hemos mirado a nuestros más grandes ídolos de la infancia.
Es algo difícil de explicar y recomiendo a todo el mundo que esté interesado en
conocer las realidades de este ancho lugar llamado mundo a hacer el petate y
acudir a arrimar el hombro en lugares como este. Sin duda alguna abre la mente
y estimula el pensamiento de que no es feliz el que más tiene, sino el que
menos necesita.
Es un gran chute de humildad, pero como
todo chute hay que ir asimilando poco a poco y procesar serenamente para que el
primer impulso de ayudar, cuaje en verdadera ayuda tras los 20 maravillosos
días de agosto que rompemos con nuestra rutina.
Ahora mismo los principales objetivos de
Mwema son dos: expandir su terreno para poder construir una chancha de
baloncesto donde estimular las habilidades deportivas de los muchachos (mens
sana in corpore sano) y construir la residencia para chicas que no tienen donde
ir. Todo aquel interesado en colaborar de alguna manera con Mwema puede
comenzar visitando su página web que es la siguiente: www.mwemachildren.org o
enviando un email a esta dirección: mwemastreet@yahoo.com.
También puede ponerse en contacto con cualquiera de nosotros y con mucho gusto
les derivaremos a los encargados de la organización para que puedan conocer
cuanto quieran de esta importante misión. Cualquier ayuda es bienvenida, no
solo dinero. Desde un voluntariado hasta cualquier cosa que se quiera mandar es
muy apreciada.
Por no absorber todo el tiempo a nuestro
amables amigos de Mwema, a eso de las 14:30 hemos acudido a visitar FAME
Medical, un hospital fundado por un matrimonio norteamericano y que se encuentra
erigido sobre una colina a las afueras de Karatu.
La historia de este matrimonio es
completamente acojonante y da para película de Holywood, una de las buenas
además. Dr Frank y su mujer, Susan, son dos norteamericanos de California, él
antiguo anestesista y ella había trabajado en un psiquiátrico. Ambos han
viajado alrededor del mundo incansablemente pero siempre volvían a su buena
vida californiana y a sus trabajos. En 2002, Dr. Frank se puso muy malo tras
escalar el Kilimanjaro, con un edema pulmonar y fue atendido en Tanzania “de
aquella manera”. Ahí fue cuando este hombre se cayó del caballo y decidió que
en Tanzania hacían falta muchos más médicos que en California con lo que, tras
consultarlo con su mujer,volvieron a casa, liquidaron todas sus propiedades,
dejaron sus trabajos y se fueron a Tanzania a montar un hospital.
No hemos tenido la suerte de conocer a
Susan, pero si hemos podido estrechar la mano a Dr. Frank y charlar un rato con
él en el hospital. No hace falta decir que es un tío muy muybelo, fuerte,
grande, estilo Ranger John en médico. Puede tener un aire al mítico del bigote
de Tres Hombres y una Pequeña Dama, el que se queda con la piva. Típica persona
que la ves y sabes que se come el mundo e irradia positividad. El hospital en
sí es absolutamente acojonante, sobre todo teniendo en cuenta que Dr. Frank
empezó asistiendo a la peña en su pick-up truck de manera ambulante en 2006, y
en 2008 inauguraron su primer edificio.
Hoy en día cuentan con 2 quirófanos, 12
camas (pronto 32), primeros auxilios, urgencias 24 horas, consultas, 6 médicos
(todos ellos tanzanos), 21 enfermeras (tanzanos también), y unos 6 médicos
voluntarios. Su ambición por crecer y ayudar no tiene límites.Para diciembre de
este año pretenden inaugurar la maternidad y no dentro de mucho una sala de
rayos x ya que de momento operan sin saber muy bien que se van a encontrar.
Como detalle decir que entre otras
lindezas tienen que lidiar con picaduras de mamba negra y cuando alguien se
presente de esa guisa, además de darle una primera asistencia, le meten en la
ambulancia en dirección a otra ciudad donde hay un banco de antídotos. Desde el
banco sale otro vehículo y se lo administran en el punto en el que se
encuentran. Algunas veces se salvan y otras no, pero esto es África y la vida
es dura, más que en la mayoría del mundo.
En este hospital, si bien no están
interesados en acoger estudiantes de medicina, son muy apreciados todos
aquellos médicos ya formados que quieran ir a compartir sus conocimientos con
ellos (residentes españoles valen, pues mi prima Concha, analista clínico
estuvo con ellos un verano). Está muy valorado que asistan los especialistas,
ya que los médicos tanzanos son médicos generales y cuando aparece por ahí un
especialista les viene muy bien para que sus propios médicos puedan profundizar
en cada rama médica y así hacer crecer el hospital.
Todos aquellos interesados en conocer
este lugar e incluso aplicar para un voluntariado médico pueden hacerlo en la
siguiente web: www.fameafrica.org.
Por lo mucho que nos ha impresionado esta
historia, por lo altruista y admirable que nos han parecido Dr. Frank y su
mujer Susan y por lo tuti y fetén que tienen el hospital, les dedicamos este
temazo de Juan Luis Guerra, con la serena tranquilidad de saber que en su
hospital jamás se pondrá el estetoscopio de fiesta ni se usara el suero para
endulzar el café:
Y a todos aquellos que de manera abnegada
y altruista dan lo mejor de sí en todas las partes del mundo para que los pobres, los menesterosos, los débiles, los desfavorecidos,
los que sufren, los que no tienen familia y los que están desesperados
encuentren un poco de luz en sus vidas, les dedicamos este otro, con la certeza
de que la ayuda de tantas personas de buen corazón sea el café en el campo que
tanto necesitan tantas otras personas. Ojala que llueva café para ellos:
Y ahora si que si, a las 22:15 del 5 de
agosto de 2014:
Lala salama rafikis.
Zunzu&Tala&Chelas
Muy belo chavales ahí arrimando el hombro.
ResponderEliminarCuidado con el ebola que lo está petando en Africa, según cuentan los periódicos.
Sobre voluntariado os recomiendo leer a nuestro amigo Nacho en su blog "La sonrisa de Peter Pan". El también ha visto la verdadera cara de la vida.